La civilización y las ciudades en la actualidad
Escrito por Jorge LozaEl ser humano y su sociedad claman por avances civilizados y sostenibles, en tiempos donde la naturaleza de nuestro planeta, demanda una renovación de todo el entorno conocido, en su avance gradual hacia una evolución de equilibrio armónico para todas las especies que la habitamos.
“Civilización” es una de las palabras más utilizadas cuando deseamos expresar que nos asiste la razón, al justificar la acción y el efecto que generamos con nuestras deliberaciones sobre la vida en este planeta. Es interesante escuchar y/o leer como diversas personalidades de nuestros tiempos, defienden sus ideas sobre la evolución y rememoran el actuar de nuestros ancestros, por medio de un análisis teórico con sustento científico, sobre la base de vestigios existentes en grandes ciudades que fueran construidas con la finalidad de que sean habitarlas en sociedad.
Es un enigma aún para muchas personas, poder comprender el motivo por el cual se levantan monumentales obras de ingeniería que pactan con la naturaleza y se mantienen a través de tiempo, cuando en el común colectivo subsiste el concepto de que somos más civilizados y tecnológicamente más desarrollados en comparación con nuestros ancestros. Estas valiosas contribuciones del pasado, nos deben llevar a reflexionar sobre aspectos tan elementales como la relevancia del agua en nuestras vidas, así como el florecimiento de las ciudades, que son las fuentes de inspiración para coexistir en sociedades.
Civilizaciones milenarias y con amplio conocimiento científico han dejado huellas en la historia, demostrándonos que debemos seguir un camino de sabiduría y convivencia, en procura de garantizar nuestra subsistencia armoniosa. Es por ello que, todo ciudadano debe reflexionar sobre como “la acción y el efecto de cambio” conlleva a un crecimiento desbordante y desmedido con sobredemanda de recursos de diversa índole, en las que hoy denominamos y conocemos como “megametrópolis”.
Este nuevo escenario de convivencia que se repite en zonas próximas a ríos dentro de los valles u orillas de los mares, alberga poblaciones con hábitos cotidianos de consumo que desconocen la importancia y relevancia del cuidado, y motiva con gran agilidad de pensamiento a movilizar a emprendedores para incursionar en parajes selváticos y quebradas andinas de ecosistemas trascendentales, con el objetivo de extraer abundantes materias primas que satisfagan la demanda del ser humano y su sociedad que suele concentrarse en las ciudades y centros poblados, bajo el argumento incondicional del “desarrollo civilizado”.
Muchas pueden ser las reacciones de nuestros contemporáneos que, en una conciencia de cambios para la subsistencia, claman por adaptación y mesura en nuestra relación natural de equilibrio para con el planeta, sin embargo, el confort bajo el auspicio de capitales económicos, intereses sociales y aplicaciones tecnológicas, no nos permite dejar atrás hábitos adquiridos desde sociedades que fueron dejando desérticas llanuras y monumentales estructuras metálicas, como mudos testigos de su “acción y efecto de cambio” que comprometen el futuro de la humanidad y toda especie habitante.
Hoy nos encontramos reunidos en una de las ciudades más importantes sobre el planeta, adoptando acuerdos de consenso para abordar los escenarios adversos que nos plantea el cambio climático, respuesta que presenta la naturaleza ante el desbordante asedio y exigencia del ser humano.
Estamos tomando conciencia que en los próximos decenios, un 95% del crecimiento mundial de la población urbana ocurrirá en los países en desarrollo como el Perú, y que se prevé que la población urbana de África debe aumentar desde 414 millones hasta más de 1.200 millones para el año 2050, mientras que la de Asia aumentará pronunciadamente desde 1.900 millones hasta 3.300 millones, correspondiendo para ambas regiones en su conjunto, el 86% del total del aumento de la población urbana mundial, haciendo con ello que los recursos naturales sean escasos y reemplazados por implantes del avance tecnológico.
El crecimiento de nuestras poblaciones, la construcción de ciudades eco-sostenibles, y el cambio en los modelos sociales para la convivencia, incluyendo el cambio hacia un modelo económico-productivo con equilibrio para subsistencia sostenible, deben formar parte de nuestra cotidiana reflexión en civilización, dejando de lado egocéntricas aspiraciones de pertenencia, manipulación de personas y grupos poblacionales, y de ostentación de riquezas minerales.
En convivencia civilizada podremos abordar los retos que nos plantea el planeta, siendo actores activos en la “acción y efecto de cambio” para promover respuestas que armonicen con el crecimiento de nuestros hábitats vitales con cabal respeto de los espacios eco-sistémicos que posibiliten la vida de todas las especies.

Jorge Loza
Ocupo la Gerencia General en Knowledge Center y tengo el cargo de Consultor Senior para Organismos Gubernamentales. Egresé de la Escuela Naval del Perú con estudios de post grado en Gestión de Proyectos, en Seguridad, Legislación y Promoción Social, en Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos, así como en Prevención e Investigación de Accidentes. Además, ejerzo como Consultor y Asesor en Corporate Security Affairs – CSA, Customers Relationship Management – CRM, Integrated.
Además de Conferencista en foros nacionales e internacionales, compartiendo conocimientos con funcionarios del Congreso de la República, Organismos Públicos y Gobiernos Regionales y Locales del Perú, en asociaciones civiles y en empresas y corporaciones transnacionales.