Martes, 22 Marzo 2016 00:00

Cusco, ombligo y centro de decoración del mundo

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La historia de la cerámica va ligada a la de los pueblos en todo el mundo. Abarca a los habitantes de una comunidad y su relación con estímulos manifestados por medio del arte.

Cerámicas Kantu surge en 1972, específicamente en un taller cusqueño de artesanía, en el que paulatinamente empezó a producirse cerámica. Esto, por consecuencia del concurrente turismo en la zona, así como por la creciente demanda de los pobladores, quienes lograron consolidarlos como fabricantes de listelos y complementos decorativos en cerámica, porcelanato, mármol y vidrio, hechos con innovadores diseños que los particularizan del resto. Justamente en el diseño es donde Kantu pone especial cuidado, para lo cual cinco artistas plásticos provenientes de la Escuela Superior Autónoma de Bellas Artes del Cusco, producen cada pieza como única. Ellos se desempeñan en una área donde el pintado es manual y el uso de diversos insumos son de alta calidad, con los que garantizan la durabilidad y el diferenciado de sus acabados.

Su trayectoria en la industria de la construcción, les ha permitido poder desarrollar con éxito, colecciones según las tendencias mundiales y la preferencia de sus clientes. Su planta está ubicada en el fundo Las Fuentes, Km. 15 de la carretera Cusco-Izcuchaca, y se encarga del 100% de la producción; acondicionada bajo parámetros de ingeniería de procesos, con los que ha podido triplicar su capacidad de atención de pedidos. Mientras que sus oficinas administrativas y almacenes en Lima y Santiago de Chile cubren el propósito de comercializar y distribuir su mercadería. Además, hay conciencia ecológica en la implementación de sus sistemas que no son contaminantes para el medio ambiente, bajo un esquema de eliminación de impacto climático y responsabilidad social. Vale resaltar las oficinas de la empresa en Chile, el país vecino del sur, y la estratégica alianza con un distribuidor en los Estados Unidos (Orlando-Florida), sumada a la exportación directa a países como Colombia, Bolivia y Ecuador. A nivel local, podemos hallar sus productos en diferentes puntos de venta como: Maestro, Sodimac, Promart, Cassinelli, Consorcio Universal, Sanicenter, Romero Trading, Mercantil Cusco, Dimacof Huancayo, entre otros.

Del mismo modo, el periodo 2014-2015, Kantu obtuvo un balance bastante positivo: el sostenido crecimiento del primer periodo, dejando un saldo de reestructuración que sin dudas mejoró la eficiencia sobre la producción. Tienen como objetivo a cinco años superar dicha valla. ¿Cómo? Incrementando aún más la cartera de productos, orientados en la vanguardia de la decoración de revestimientos y pisos. Una anécdota de lo que representan y de la evolución de la competencia, está obviamente en el pasado, pero específicamente en la línea de tiempo de los 90’s. Sucede que en tal época, mucho antes de que comenzaran a hacer listelos, proveían cuentas de cerámica, llaveros, tomacorrientes, jaladores para puertas y una serie de productos que estaban a la venta en los parques temáticos de Disney en Orlando-Florida, pero que, por cuestiones de costos y “ahorros”, el complejo de diversiones más grande del mundo, decidió cambiar la materia prima de la cerámica por el plástico Made in China. Y gran parte de la industria se mueve así, pero los cusqueños guardan celosamente el secreto de su calidad en nadar a contracorriente, en ir avanzando en el océano de sus convicciones para promover el progreso de las comunidades y la industria peruana. Siempre con identidad.   

Finalmente, los peruanos podemos inflar el pecho de orgullo, sintiendo que, a través de nuestra ancestralidad, significativos detalles son grandes aportaciones a la arquitectura nacional y extranjera. Se preguntarán, ¿cómo un elemento de decorado podría lograrlo? Sencillo, como vienen haciéndolo ellos. Conservando la tradición cerámica de finos acabados que caracteriza a los cusqueños desde tiempos de los incas, haciendo que ésta trascienda en complementación con avanzados procesos y la más moderna tecnología, teniendo presente la tendencia de oferta internacional. Acabemos con los malos acabados, elijamos la dedicación artesanal de Kantu.                        

Faustino Amador

Nací el 2010 en un país patagónico. Contrario a lo que parezca, soy un adulto hecho pero eso sí, nada derecho. A la mujer caderona no la cambio ni por ganarme la Tinka. Nunca terminé nada, soy el eterno estudiante que prefiere analizar antes de memorizar. Constantemente viajo por el mundo, luego me caigo de la cama y aterrizo. Si sé de un tema lo estiro y si no lo sé, lo invento. Voy por la vida debatiendo con los wannabe. Tengo un búho tatuado en la espalda pero, si se trata de entrevistar o escribir, más me acomoda ser un vampiro: succiono tu sangre; tu alma; tu esencia; la suficiente para alimentar el texto que se me antoje.