La quinua es un cultivo sembrado por los pueblos peruanos y bolivianos desde hace miles de años, como base de su alimentación. Con el renacimiento de su siembra, se valoró su alto índice nutritivo. Es uno de los insumos con más futuro y una fuente de solución a los problemas mundiales de nutrición.
A mediados del 2015, Perú logró destronar del primer lugar de exportación de quinua a Bolivia, convirtiéndose de inmediato, en la noticia sensación en lo que refiere a lo transaccional de productos comerciales. La cercanía geográfica entre ambos países, pudo hacernos pensar que el arrebato del liderazgo fue regional, pero no, el desplazo y posterior título fue por ser los primeros exportadores a nivel mundial de quinua. Así es, estimado(a) lector(a), las cifras dieron su veredicto: el valor de las ventas al exterior del cereal peruano, llegó a superar a los envíos del país altiplánico en 10.75%. Mérito a la ardua dedicación en las interrelaciones con las comunidades, asociaciones y agricultores del insumo proteico, siendo uno de los aspectos más importantes, justamente la calidad y cantidad que éste contiene. Otro punto rescatable es que, al ser un alimento vegetal, puede ofrecernos las mismas proteínas de alto valor de los alimentos de origen animal. A pesar de que la quinua también se produce en países como la India, las presentaciones peruanas (grano, harina, hojuela, pop) y clasificadas en roja, negra, blanca y mixta; vienen arrasando la preferencia del continente norteamericano (Estados Unidos, Canadá, México), europeo (Turquía, Hungría, España) y oceánico (Australia).
Conscientes de esta realidad, Sandro Taglione y Mónica Gutierrez, esposos y compañeros de vida, deciden en el 2009 casarse bajo otro compromiso igual de fuerte: establecer Ecological, su propia compañía. Para lo que deciden unir esfuerzos cada quien desde su cancha. A dicho momento, Mónica contaba con más de 15 años desenvolviéndose en el sector alimentario, mientras que a Sandro lo respaldaba una amplia experiencia en el rubro informático. Habilidad que impulsó su curiosidad por indagar más acerca de la demanda y oferta de importaciones con potencial de crecimiento. Es entonces que la progresión de consumo de alimentos naturales y orgánicos, los conduce viajar por el Perú para entablar contacto directo con los campesinos. Es ahí cuando las provincias del centro y sur del país (Ayacucho, Arequipa y Puno) comienzan a ser destinos frecuentes de acopio, pasando a interpretar el determinante rol de intermediarios entre importadores y productores. Una tarea que anteriormente pagaba cantidades ínfimas a los agricultores, y que en la actualidad, gracias a la valoración internacional, los llamados alimentos del futuro pueden capitalizar beneficios para los organismos, así como para organigramas conformados por actores principales y secundarios de la industria.
Para el 2012, el país pudo exportar 22 millones de dólares en quinua, con un rendimiento aproximado de 2 toneladas por hectárea. Con el pasar de las temporadas, éstas han aumentado -entre otras cosas- por la tendencia de consumir orgánico. Además del reconocimiento mundial al origen andino de alimentos como la quinua y la kiwicha. En el caso de la quinua, por citar un caso, es considerada alimento desde hace más de 5 mil años por los pueblos alrededor del lago Titicaca. La quinua maneja tiempos de siembra a finales de octubre-noviembre, mientras que en abril-mayo, se da su cosecha. Es inminente la tendencia por lo orgánico; lo que exportan no es la excepción. Sus selectos cultivos andinos evitan el uso indiscriminado de pesticidas por efectos de la humedad costera. Un plus, sin duda. Al igual que el proceso de purificación de sus productos, que pasan hasta por detectores de metales, con el fin de filtrar las pequeñas piedritas que se revuelven con la quinua. ¡Y por cierto! También podemos hallar el selector óptico, que se encarga de separar los granos oscuros de los claros, para rematar con el trillado y el lavado en pos de los estándares exportables. Ya sea bajo la sombra de su marca o no, Ecological eleva la apuesta por los productores de alimentos orgánicos, con la firme convicción de que muy pronto hablemos de un solo mercado. Donde los alimentos del futuro, alimenten, incluso, el presente de muchos.

Hans B
Lima. 1982. Payaso de profesión (Sin ejercer por el momento). Nostálgico empedernido de mi infancia. Era de los chicos que en la primaria su madre lo sacaba a bailar de la mano con una niña del otro lado del salón y ni siquiera la miraba a la cara. La payasada me iba a salir cara, por lo que mis padres me apoyaron para estudiar comunicaciones y aquí estoy escribiendo un poco, observando nuestra sociedad y dándole algo positivo.