El restobar nos ofrece una atractiva y deliciosa mezcla de platos bien peruanos.
Muchas veces nos ha tocado la difícil situación de elegir entre nuestra tan variada oferta gastronómica, sin embargo, ¿Cómo escoger? ¿Cómo saber que plato seleccionar? Algunos osados suelen hacer combinaciones que en ocasiones resultan perfectas, y otras mejor ni contar.
La comida peruana, símbolo de la creatividad y sabor nacional, nos orilla constantemente a encontrar “la fusión”, y es que remontando un poco en la historia, eso representa la gastronomía en el país, una sinergia de culturas y sabores extranjeros que influenciaron lo que hoy estremece de placer a nuestro paladar.
Justamente, motivados por esta idea de ofrecer lo mejor de nuestra carta, una pareja de peruanos (Alfredo Ipanaqué y Katherine Estrada) dio origen a “Lima Fusión Restobar”, un lugar que tiene la firme idea de ser una nueva alternativa de restaurante fusión y criollo.
No por nada fueron elegidos como el mejor restaurante gourmet del evento Invita Perú 2012. Entre los manjares que seducen a nuestro exigente gusto podremos encontrar desde platillos clásico como Ají de gallina, Lomo saltado, cebiche, entre otros, todos con una particularidad que tienes que descubrir por ti mismo, hasta las innovadoras opciones de comida fusión como rolls de cola de buey, fetuccinis en salsa de ocopa reinventada acompañada de langostinos al ajillo y más.
El local también pensó en el gusto dulcero de los peruanos por ello nos regala una joya de nuestra gastronomía, la crema volteada de maíz morado con toques de limón, una delicia que es una de las tantas estrellas del lugar. Altamente recomendable.
Las personas que deseen visitar este suculento restobar pueden encontrarlos en la zona aledaña a nuestro aeropuerto internacional Jorge Chávez, pues están ubicados exactamente en el Centro Logístico Lima Cargo City, Avenida Elmer Faucett 2867 Callao.

Promoviéndote Perú
En el comienzo, allá por el año 2006, Promoviéndote Perú era una de esas ideas positivas que concebimos cotidianamente, de esas que mayormente no logramos madurar por dejarlas pasar. En aquella ocasión, la intención fue cultivar la esperanza de convertirnos en el mejor intermediario entre los hacedores y el éxito, como el verdadero medio difusor del emprendimiento en la población.