Lunes, 30 Mayo 2016 00:00

Y una boa entró en la comunidad

Escrito por
Valora este artículo
(10 votos)
Y una boa entró en la comunidad Irma González

Era enorme. Su corpulencia dejaba bien claro que era capaz de devorar y tragar a una persona o a otros animales. Las mandíbulas estaban bien marcadas y sobresalían de los laterales de su cabeza. Se apreciaba su fuerza solo con la mirada y daba la impresión de no ser muy de fiar en esos alrededores. Y esa boa se acercó a la comunidad, con sus colores grisáceos, marrones, verduzcos y negros; capaz de camuflarse por los suelos con vegetación. Pero Percy, el Apu, la vio y la cazó. Sabía que Percy tenía fortaleza y determinación porque lo había visto actuar en otros momentos con otros asuntos, pero había mucha diferencia entre esos momentos y la seguridad que mostró en el encuentro con ese animal.

Comentan que no se lo pensó dos veces, y que tampoco había tiempo como pararse a pensar. Cogió su machete y simplemente le seccionó la cabeza del cuerpo. Y la boa, que era como dicen ellos “bien brava”, se quedó extendida a lo largo, en el suelo, con varios cortes de sección. Vino a mi mente la posibilidad de pensar en que, tal vez, se la comían (en otras ocasiones han comido anfibios cazados de noche en el bosque). Sin embargo, algunos me explicaron que la boa no se come, que sus padres les enseñaron qué animales se comían y que los reptiles no entraban en el menú. Bueno, el cuerpo de la boa desapareció, y reconozco que en el equipo pensamos que era bastante probable (por los comentarios y el ambiente que se generó post caza reptil), que otros de la comunidad acabaran comiéndola. Al fin y al cabo, la norma comunal es una y la norma por familias puede ser otra, y entre esas normas se van regulando los usos y costumbres.

Me explicaron que se trataba de una Boa Mantona, un tipo de boa de tierra. Dicen que ‘imanga’, es decir, que bota una especie de agua tipo red que te debilita, te hace desmayar y te caza. Que es conocida también como ‘El Brujillo’ o ‘El Arcoíris’. Afortunadamente, Percy la vio de madrugada -antes de embarcar- “le metió machete” y la botó al agua. Dicen que no se la comieron porque no comen reptiles, pero sapos sí (específicamente un tipo de anfibio: el Sapo Hualo). La entrada de esta boa a la comunidad, o mejor dicho, el intento de entrada de esta boa a la comunidad, trajo consigo, toda una temática sobre los tipos de boa que conocían, incluso los tipos de animales dotados de poderes sobrenaturales que rondaban por los alrededores. Entre ellos tenemos a:

Boa Amarilla (es de agua): Según la tradición se transforma en joven y puede embarazar a las mujeres. Dicen que hay casos raros así que sucedían; que ellos la han visto transformada en joven y que en una comunidad vecina, por ejemplo, vivía una muchacha que recibía la visita de esta boa convertida en joven. ‘El muchacho’ la embarazó y del vientre de ella nació una culebra (a nivel psicoanalítico tiene como material, mucha condensación esta creencia; mis ojos se engrandecían atentos, escuchando cómo relataban las historias sobre la boa-muchacho).

Boa Sacha Mama (es de tierra): Dicen que es un animal cazador bravo, de color tierra, que se suele esconder entre los árboles del bosque. Que desde esa posición da caza a quien pasa.

Boa Mantona (es de tierra): Es la que detuvo Percy antes de que se dieran peligros en la comunidad, sobre todo en los niños que, al ser de menor estatura que los adultos, pueden correr más riesgos si el animal decide dar caza.

Boa Negra (es de agua): Dicen que es la más brava. Vive en el agua, en los pozos y que te hace hundir mientras abre la boca y te devora. Tienen la creencia que es diabólica y que, toparse con ella, es como encontrarse con un demonio.

El Bufeo y la Sirena: El bufeo es el delfín colorado del río. Lo llaman ‘El Brujo’ porque cuentan “que te roba”, que se transforma en ser humano, te embruja y que puede ocasionarte mal de estómago. Pero que, si es tu amigo, puede rescatarte si caes al río. Tiene su lado bueno y malo… Y dependiendo de cómo te lleves con él, puede ser tu enemigo o tu amigo. La sirena es mitad pez, mitad mujer, y cuando te ama, se presenta en el agua, “te enamora”, es decir, “te fondea”, te lleva al agua y después te deja en tierra. La han visto varios hombres y solo unos pocos han sido fondeados; el resto ha podido ver cómo emerge y se sumerge en el agua.

La noche de la caza de la boa, tuve que dormir en la carpa viendo como compañera nocturna a una tarántula, que estaba dentro de una telaraña, a un par de metros y al costado de la casa de madera. Betty, la ingeniera ambiental, me dijo: “No te preocupes, está con su hijito cuidándolo y no se va a mover de la telaraña”. Pensé que, el instinto de protección materno no le permitiría moverse realmente. Además, después de haber sabido sobre la boa y sus mitos, dormir con una tarántula al costado tampoco era para tanto. Dormí tranquila. Dormimos tranquilos. A la mañana siguiente ahí estaba la tarántula, inmóvil en su propia red, cuidando de su hijito. La luz del sol los hacía brillar.

Irma González

Nací en País Vasco rodeada de montes y praderas verdes. Soy psicóloga y empresaria y resido en Perú como Gerente General de INKANAT. He realizado charlas sobre aspectos asociados al biocomercio, al área empresarial y a la difusión de la sociobiodiversidad en diferentes organismos: MINAG de Iquitos, Universidad Agraria, Ricardo Palma, y contribuye a la generación de alianzas con instituciones para promover la ética en el comercio de la biodiversidad y la difusión de los recursos naturales del Perú. Trabajo directamente con comunidades aplicando el modelo be trade, modelo de intervención psicológico creado en INKANAT para el trabajo directo con los nativos y que compromete tres ejes: ambiental, comercial y psicológico.