Breve guía para iniciarse en la lectura
Escrito por Anacrónico ZetaPrimero hay que amar a Sofía
Para amar la lectura hay que abrazar la idea con la que está compuesta la etimología griega de la palabra Filosofía, Filo (Amor) Sofía (Sabiduría): “Amor a la sabiduría (Conocimiento)”. Leer un libro despierta la imaginación, la incentiva, no importa si eres pequeño, adulto o viejo, el efecto de un libro es imperecedero, no porque aprendiste al pie de la letra los textos (como te piden en el colegio), sino porque asumiste algo de esa realidad o ficción, la hiciste tuya, propia, calo en lo más hondo de tu ser, porque te sentiste identificado desde lo más coherente del argumento hasta lo más disparatado.
Esto lo sabe todo aquel que está acostumbrado a leer, pero aún lo siguen ignorando los que les temen a los libros por prejuicios como creer que son tediosos o que solo son pedagógicos. Sin embargo, nuestra humilde misión es oriental a todos los que quieran zambullirse en este mar de conocimiento universal.
Lee lo que quieras
En este punto puede haber un poco de controversia con respecto al material de lectura que vas a usar. Algunos intelectuales creen fervientemente que no solo es el impulso a la lectura que va a mejorar las capacidades mentales del lector, sino la calidad de los libros que este lee. Esta tesis recae sobre todo en los periódicos amarillistas, que usan un lenguaje simplista y chabacano y que se encargan solo de vender noticias escandalosas para adormecer la conciencia de sus usuarios. El tema es harto discutible, sin embargo creemos, -sin caer en una especie de discurso político- que es así.
Para escoger un libro solo necesitas tener claro qué te interesa, qué tema despierta en ti curiosidad. La clasificación de obras es tremenda y es posible que carezca de un límite. Es posible que te guste saber: cómo ser feliz en la vida (libros de autoayuda); cómo hacer una empresa (libros empresariales); quién fue Miguel Grau (Libros de historia); cómo leer las manos (libros esotéricos); cómo arreglar tuberías (libros didácticos), etc.
Una vez que tengas el tema que te interesa, no te olvides de algo importante: buscar información. Hay varias formas de hacerlo, por ejemplo: preguntar a tus amigos, consultar a los libreros en las librerías, ver recomendaciones en internet y más.
Teniendo una idea de lo que se busca se debe considerar lo siguiente, -y esto es más que todo una recomendación para los que recién se inician en la lectura: Escoge un libro que no sea más de 150 páginas; si encuentras uno que sea de menos, ¡genial!, si encuentras uno que sea de más y en realidad estés dispuesto a tratarlo con paciencia, entonces, ¡adelante!
¿Por qué escoger un libro de menos de 150 páginas? Simple. Es posible que el libro no sea como lo esperaste o te parezca que la lectura es demasiado larga y te cansarás pronto lo que hará que abandones la lectura, y posiblemente no vuelvas a ella más. Así que considera empezar despacio. Lento pero seguro. Quizás en nuestra sección donde recomendamos libros puedas encontrar algo de tu gusto.
Lee cuando quieras
Los amantes de la lectura por lo general – y creo que esto es unánime-, no dejan de leer un solo día. A pesar de que el trabajo te agobié, de qué sientas que no tienes tiempo para nada más que descansar, piensa un momento el tiempo que pasas después de almuerzo revisando tu Facebook, acuérdate de todo el rato que esperas subir al corredor azul. Reflexiona. ¿Tú turno en el banco es el C120 y están en el A50? Exacto, entonces tienes tiempo para leer.
La lectura al principio es una cuestión de perseverancia, de esfuerzo, pero rápidamente se torna lúdica, ligera y hasta en muchas veces, obsesiva. Apenas tengas un asiento en el bus abrirás tu maleta, sacarás tu libro y empezarás a leer todo el recorrido, dejarás de ver las mismas casas, la misma gente, los mismos problemas igual, a partir de ahora todo será diferente.
Los libros no son baratos
Sabemos que los libros tienen un precio que no es asequible para muchas personas por tener otras prioridades básicas para subsistir. Hace poco hablábamos de que hay muchas opciones para comprar libros desde usados, nuevos, viejos, ediciones especiales, etc. Sin embargo, si nuestra situación no nos permite adquirir libros de ningún tipo, por alguna razón de fuerza mayor, nos queda otra opción: las bibliotecas.
Al decir biblioteca, es casi espontánea la asociación a la Biblioteca Nacional del Perú (BNP). Es normal. La mayoría de nosotros ignoramos que las municipalidades de nuestros distritos cuentan con una biblioteca, que si bien es cierto, no tendrán la cantidad de libros que la BNP, al menos encontraremos una cantidad considerable de ejemplares, mínimamente con la historia del distrito.
Si eliminamos está opción por algún otro motivo, digamos que no tienen un surtido de libros que vaya con nuestros intereses, entonces tenemos a las instituciones culturales que por lo general cuentan con biblioteca y hacen prestamos (servicio que no tienen la BNP), como por ejemplo el Centro Cultural España, Centro Cultural José Carlos Mariátegui o El Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, solo por mencionar un par; además los catálogos se pueden consultar en línea en sus respectivas páginas web.
Y como última esperanza, no deberías olvidar que seguramente encontrarás algún vecino que tenga su biblioteca propia, que aunque, receloso de sus libros, podría prestarte algún ejemplar.
Amar es compartir
Llegando a ser un buen lector y amante de los libros seguramente despertarás un día y te dirás: ¿Cómo puedo compartir lo que amo con otros? ¿Por qué solo yo sé sobre este tema? ¡Quiero hablarlo con alguien! Cuando este momento llegue, te darás cuenta que has cambiado tanto que sientes la necesidad de difundir tu pasión por los libros, no solo a los que están a tu alrededor, sino a todo el mundo.

Anacrónico Zeta
Analista, filósofo, opinólogo, crítico de cine. Todo sin certificar. Pilas de libros ocupan mi formación extra academicista. Egresado de comunicaciones de una universidad limeña que no me paga por mencionarla. Todo mi tiempo libre lo ocupo en recorrer Quilca y el pasaje 18 de Polvos Azules, buscando culturizarme con cine, literatura y otras artes. Casi nunca cargo un centavo para comprar algo, pero lo apunto en mi block adefesiero. Me gustan las buenas conversaciones con gente interesante, que te invita a debatir sobre algún tema sin pelear. Creo que un hombre no es lo que el cuadro meritorio le hizo creer en el colegio; “Un hombre es lo que hace con lo que hicieron de él” como dijo Jean-Paul Sartre.