Lenin Vicente, la piel es el lienzo del alma
Escrito por Faustino AmadorD’Lenin Tattoo es un estudio de tatuajes de la caótica Lima, muy cerca de la Vía Expresa, que yendo a pie está a unas cuadras de la estación Angamos del Metropolitano. ‘Chapas’ la misma Av. Angamos, y allí, de la iglesia pa’ dentro, maestro. Esquina baja. No es accidente esto, eh… He llegado por recomendación, un patita me dijo de la buena mano de su tatuador de cabecera (y de hombros y brazos), y yo, que ando con uno horroroso en mi espalda, arribaba al sitio con la esperanza de que el mismísimo Lenin, dueño del estudio, evalúe el mal entintado y me diagnostique un cover salvador. A ver, déjame ver. Sí normal, se puede hacer chévere. Uf... El alma volvió a mi cuerpo, mientras en la camilla del local, uno de sus alumnos prendía la máquina y procedía a pinchar a toda tinta a su cliente.

Para algunos es un capricho estético, para otros, pura expresión artística, y para unos más, toda una doctrina de fe, una religión de poderosas creencias y significados otorgados a cada diseño y estilo de los mismos. Lo que está claro es que el tatuaje hace tiempo dejó de ser cosa de presidiarios y marineros, pues más pieles de toda edad y condición las lucen con orgullo. Esto no es una tendencia, es una verdad… Por más que las agujas duelan. Y en esta entrevista, Lenin Vicente me habla acerca de sus inicios, el nivel del tatuaje en el Perú y de sus proyectos personales. Me voy en una, este humilde servidor se quita a que le arreglen el tatuaje:
Lenin, ¿cómo y cuándo empezaste en el mundo del tatuaje?
Desde el colegio, desde los 16 más o menos. Siempre me atrajo el arte en la piel, veía a los tatuados y me llamaba la atención el querer hacerlo yo, pues era y sigue siendo algo que no todos pueden hacer, es fuera de lo común. En un inicio no tuve apoyo porque no era una forma aceptada de ganar dinero, tú sabes, esto es asociado a las drogas, el alcohol, la mala vida. Antes los que tenían tatuajes eran vistos como ‘ovejas negras’, como delincuentes. Fui investigando lugares donde aprender. Recuerdo que llamé a un estudio en La Molina, me dijeron un precio pero lamentablemente no contaba con apoyo, no tenía de dónde en ese entonces. Por eso me puse a estudiar joyería fina en un inicio, al poco tiempo me di cuenta que no era lo mío, que lo mío era dibujar en superficies en la que no todos podían hacerlo.
¿Cómo fue la experiencia con tu primer tatuaje?
A los 18 años me hice mi primer tatuaje, unas letras chinas en la pantorrilla… Asu me salió fatal. A prueba y error tuve que darme cuenta que una cosa es dibujar en papel, y otra sobre la piel. O sea te salen los sólidos pero los efectos y sombras nada, nada de nada. Me salió tosco, desabrido, ¡una fatalidad! De hecho uno se pone nervioso cuando por primera vez agarras piel. De ahí me metí de lleno practicando en mi casa día y noche. Tuve la oportunidad de ingresar a un estudio, en el cual me llamaron de casualidad, entré como integrante de reemplazo por unos días nomás, luego me hice notar, el jefe vio mi talento y me quedé. Estando dentro pude tener más práctica por los diferentes pedidos de diseños que recibía por parte de los clientes. Trabajé en estudios como Coyote´s y Dakar. Si me hubiese quedado en casa no la hacía para tener la experiencia y confianza que hoy tengo.
Que el tatuarte no sea solo porque ves una tienda bonita, entiendes. En otras partes no es así, primero conocen el trabajo del artista y luego los clientes recién se tatúan. Podemos cambiar eso, estoy seguro.
¿Cómo así decidiste ‘abrirte’ de estos estudios, fue difícil?
6 años estuve trabajando para estudios, y bueno, ya tengo 4 años como independiente. ¿Si fue difícil dejar de ser dependiente? No tanto. La experiencia y la cartera de clientes que adquirí por el tiempo y las recomendaciones me ayudaron harto a tomar la decisión. Es fácil poner tu estudio propio, lo difícil es mantenerlo porque se debe sobrellevar las temporadas malas, esas que aparecen precisamente antes de estabilizarte. Pero mira, si tu trabajo es bueno, se supera y listo… como en cualquier chamba.
¿Qué tal ves el nivel del tatuaje en el Perú?
Conozco a varios artistas que salen del país a captar escuela, a nutrirse de nuevas vivencias e influencias súper ricas, donde el tatuaje está más afianzado y profesionalizado definitivamente. Aquí también es ya, pero aún nos falta nivel, nos ubicaremos fácil en un 5to lugar dentro de Sudamérica. Brasil, Chile, Argentina, e incluso Ecuador y Colombia están por encima de nosotros. Como en el fútbol hay un ranking y Brasil lleva la delantera, son unos maestros en todas las ramas del arte, con decirte que desde Europa bajan a Brasil para capacitarse, y eso que en Europa es otro mundo igual de avanzado en el tatuaje.
El artista se define por la calidad y el estilo de su trabajo. Uno en el camino va captando de todo, pasas por plasmar específicos como: Chicanos, Realismo, Oriental, New School, Old School, Grises o Colores o full Letras. De todo. Sin embargo, pienso que para que nuestro nivel como país suba no basta con que el artista se especialice al máximo en los estilos, sino que al cliente se le ‘escuelee’, que este aprenda a valorar el trabajo del artista. Es un… está bien comparito, ¿quieres un buen trabajo? Entonces conoce al artista, involúcrate con él, pídele su book. Que el tatuarte no sea solo porque ves una tienda bonita, entiendes. En otras partes no es así, primero conocen el trabajo del artista y luego los clientes recién se tatúan. Podemos cambiar eso, estoy seguro. Claro que primero el cliente tendría que diferenciar entre un estudio comercial y uno que es artístico…
¿Y cuál sería la diferencia entre los estudios comerciales y los estudios artísticos?
Es abismal la diferencia. En un estudio comercial asignan a tatuadores para clientes al azar, pues es según quién ande libre, mientras en un estudio artístico quedas en una cita para que de ahí recién empiecen a hacerte el tatuaje, de esta forma se evita que alguien más coja el tiempo del otro y te hagan un arte apuradísimo. Por lógica es inconcebible, a veces en los (estudios) comerciales te piden que hagas un Realismo en 1 hora, ¡y en la vida pues! Mínimo requiere de 3 horas para un Realismo paja. Cosas así. La presión no se lleva bien con el arte, un tatuaje sale bueno cuando tiene un plus, y este no se logra cuando tú tatúas con apuros.
Nunca faltan los que vienen a mi local a pedirme que les imprima una copia de algún tatuaje que se hizo un artista musical o futbolista, ellos piensan que por copiárselos puede vérseles bien y nada que ver. Yo les digo que para qué se van a hacer algo que otro ya tiene, que por qué no se hacen otra cosa…
¿Qué metodología de trabajo se te acomoda?
Como en cualquier profesión, la metodología a la hora de chambear es distinta. Como te dije hace un toque, trabajo con citas y nada, particularmente puedo trabajar un máximo de 5 horas de corrido, ya más de eso me canso, me saturo. Que no se malinterprete, soy recontra dedicado con lo que hago, pero por lo mismo. Después puedo retomarlo con pequeños detalles, pero habiendo descansado unas 2 o 3 horas previamente.
¿Crees que los tatuajes deberían ser de acuerdo a la fisonomía de la persona?
Ajá. Así debe ser. Muchos quieren las cosas rápidas, te cuento que nunca faltan los que vienen a mi local a pedirme que les imprima una copia de algún tatuaje que se hizo un artista musical o futbolista, ellos piensan que por copiárselos puede vérseles bien y nada que ver. Yo les digo que para qué se van a hacer algo que otro ya tiene, que por qué no se hacen otra cosa… Siempre velo por la originalidad, es preferible tener diseños nuevos y fuera de lo normal. Bueno, al menos yo pienso de tal manera.
¿Con qué estilo de tatuaje te familiarizas o identificas más?
Domino el New School, estilo con el que he ganado los primeros puestos en la 3er Expo Sur y la 9na Convención Nacional de Tatuajes, digamos que es con el que más familiarizado estoy. Actualmente me encuentro investigando y practicando sobre otras técnicas como el Neo Tradicional y el Puntillismo, siendo este último una técnica que ve simple pero que requiere bastante habilidad para lograrla, trato de incorporar nuevos diseños y meterle lo mío. Quiero innovar aportándole mi estilo, el claro ejemplo es que antes la visión del tatuaje en el Perú era muchísimo más chata, acuérdate que la mayoría pedían diseños básicos como Letras o Tribales, o sea…
Felizmente gracias al aporte de quienes somos ‘hermanos de tinta’, esto ha ido avanzando hasta llegar a estilos más puntuales y de buen agarre artístico. He visto a varios nuevos valores que la han captado en una, me refiero a la idea de que el tatuaje no es dibujar todo sino pegarte a un estilo. He visto a chicos que están desarrollando su talento en base a tal filosofía y me alegra bastante, es lo que siempre debió hacerse.
Cualquiera que coja una máquina y la use puede ser tatuador. O cualquiera que imprima, calque y pegue también lo puede ser. Ser artista es totalmente diferente. Los artistas no imprimimos ni copiamos. Los artistas creamos, hacemos lo diferente y tenemos la capacidad de plasmarlo.
Cuéntame sobre tus proyectos, ¿qué deseas lograr?
He convocado a 5 artistas para formar un equipo, en donde los integrantes van y trabajan con previas citas, es decir libres de horario de entrada y de salida. Nuestra idea es que cada uno especialice su trabajo en uno o un par de estilos bien realizados, y que de esta manera, los clientes empiecen a valorar dicho diferencial poco a poco. No somos un estudio comercial, queremos ser uno artístico que, al cambiar la visión del cliente promedio, culturice al mercado del tatuaje peruano. Hemos abierto este mes (octubre), y pienso que de aquí a 2 meses estará ya incorporado el equipo completo.
Ah ya, aparte tengo a mis alumnos que son 4 chicos por el momento. Siempre quise enseñar, puedo decirte que ahora tengo la confianza para hacerlo por mi experiencia de 10 años, aparte de las convenciones y concursos que he ganado. Aparte dije si nadie enseña, ¿por qué yo no puedo? Si he podido aconsejar y dar tips a mis amigos tatuadores, ¿por qué no puedo hacerlo con otros? Entonces me animé, puse una publicación y capté a la gente. Preparé una separata con la parte teórica, que es no es tanto ya que el tatuaje es práctica y práctica. Mientras mis alumnos no agarren la máquina y empiecen a pinchar, no van a entender nada.
¿Y qué requisitos deben tener tus estudiantes?
Enseño desde cero. Enseño cómo armar tu mesa de trabajo, cómo armar tu máquina - y por supuesto - cómo proceder a pasar en la piel. Generalmente vienen graffiteros y buenos dibujantes, y es aquí donde se dan cuenta de que por más que la rompan dibujando, la piel nunca será un papel. En el papel o en un muro, dibujas y dibujas sin que te detengan, pero la piel es un lienzo aparte. Quienes captan más rápido el feeling son los artistas, y no todos lo son. Justamente los que no tienen esa vena, se demoran un poco más pero aprenden. Yo me encargo de estar ahí e indicarles sobre las sombras, los sólidos y decirles cuándo irritar y cuándo no. Hago que se compenetren con la piel, que sepan qué hacer cuando los poros se abren, en qué momento limpiar la sangre y demás detalles vitales. Dibujar bien no garantiza nada, es relativo.
¿Cómo definirías el ser tatuador?
¿Ser tatuador o ser artista? Cualquiera que coja una máquina y la use puede ser tatuador. O cualquiera que imprima, calque y pegue también lo puede ser. Ser artista es totalmente diferente. Los artistas no imprimimos ni copiamos. Los artistas creamos, hacemos lo diferente y tenemos la capacidad de plasmarlo. En mi caso lo hago sobre la piel, lo que me convierte en tatuador, pero antes de ser tatuador soy artista.
Algo que quieras agregar…
Sí. Quiero finalizar invitando a la gente a que antes de hacerse un tatuaje, pidan el book del artista que les hará el mismo. Un tatuaje no es cualquier cosa; es necesario que se informen enterándose de sus trabajos previos. Muchos se quejan después del producto final, y no es la idea tampoco. Lo importante es que, tanto cliente como tatuador, lleguen a un acuerdo para que ambos queden satisfechos. Pensando en ello, aquí en nuestro estudio (siempre que lo desee el cliente) adaptamos el estilo de tatuaje y colores de acuerdo al color de piel del cliente, proponemos mejoras de los diseños y los imprimimos en la piel para ver qué tal les queda, lo consultamos hasta llegar a un consenso. La idea no es imponer sino sugerir lo mejor como profesionales que somos del rubro.
Nota
¿Quieres tatuarte en a D’Lenin Tattoo? ¡Bacán, estás invitado! Encuéntralo en Jr. Santa Rosa 946 Oficina 28 / Suquillo (a 2 cuadras de la Av. Angamos). Atienden de lunes a sábado de 10:00 a.m. a 9:00 p.m. Todo es con previa cita al 447 8672.
Más información: https://www.facebook.com/pages/D-Lenin-Tattoo/205489312876022?fref=ts

Faustino Amador
Nací el 2010 en un país patagónico. Contrario a lo que parezca, soy un adulto hecho pero eso sí, nada derecho. A la mujer caderona no la cambio ni por ganarme la Tinka. Nunca terminé nada, soy el eterno estudiante que prefiere analizar antes de memorizar. Constantemente viajo por el mundo, luego me caigo de la cama y aterrizo. Si sé de un tema lo estiro y si no lo sé, lo invento. Voy por la vida debatiendo con los wannabe. Tengo un búho tatuado en la espalda pero, si se trata de entrevistar o escribir, más me acomoda ser un vampiro: succiono tu sangre; tu alma; tu esencia; la suficiente para alimentar el texto que se me antoje.