Perseguir un sueño, es como ir detrás de un arco iris. Cuando más cerca pareces estar de alcanzarlo, más se aleja éste de ti.
Podrás visualizarlo, pero jamás tocarlo. La delgada línea que separa lo irreal de lo que no lo es, podría estar en tomar decisiones sin conocer la certeza de si tales son o no las correctas. Le pasó hace unos años a la comunicadora Carla Reátegui, como en este instante le puede estar pasando a tantos otros emprendedores en potencia. Específicamente a experimentar esta sensación de desazón, a pesar de estar en una anhelada zona de confort. Y es que el esquema parece repetirse: trabajador con sueldo apropiado, vacaciones pagadas y demás beneficios que encajan con el concepto de estabilidad, tornándose inestable cuando “se llega a un techo”, o cuando simplemente no termina apasionando el quehacer cotidiano.
El problema es cuando las misiones deben convertirse en visiones. Cuando se debe estar seguro en que lo hacemos es lo que queremos por y para siempre. Ahí viene el replanteo: “Cuando estaba en oficina, por los horarios y labores, no tomaba buen desayuno y a veces no almorzaba bien. Descuidos frecuentes que fueron sumando a que tenga una mala alimentación. Empecé a enfermarme muy seguido, recuerdo. Entonces cuando salí de la publicidad, que es el rubro donde trabajaba, tuve claro que mi negocio debía orientarse a la salud y bienestar. Aunque al inicio no sabía en qué meterme”. Tuvieron que pasar algunos años para definir su rumbo. Dejar todo no es nada fácil, requiere de apoyo, y cómo no, de fortaleza. Nunca imaginó que el profesionalismo en la nutrición iba a evolucionar a pasión, y posteriormente a lo que hoy es: su propósito de vida.
Tras haber emprendido Yerbatero, (opción saludable en catering y desayunos para empresas, ofreciendo cafés orgánicos, jugos, ensaladas de frutas, emolientes y otras alternativas nutritivas) pudo descubrir lo fascinante del camino de la salud, porque no solo transforma el cuerpo, sino que forja carácter, te hace más consciente y te ayuda a vencer tus miedos para ser una persona más cercana a la felicidad: “Yerbatero comenzó siendo delivery de desayunos, pero el tiempo no solo hizo que crezca el negocio, sino que me hizo evolucionar como persona. Por lo que decidí estudiar para certificarme en Health Coach, que en simple, es el profesional que asesora para llevar una vida sana”. Aunque estos no son médicos, hay un nicho muy preocupado que los solicita, ya que el público que los demanda es atendido en lo físico y emocional, en sintonía de la mente con el espíritu.
Un Health Coach es un profesional que se especializa en acompañar y facilitar la adopción de hábitos saludables de vida en las personas, ayuda a implementar recomendaciones que hacen médicos, nutricionistas y psicólogos. Personalizan la alimentación de acuerdo a la etapa fisiológica, a las condiciones del paciente, enfermedades, patologías, así como estado de salud emocional (muy importante). En resumen, aborda la salud desde un enfoque integral.
Carla decidió ser una guía que potencie el desarrollo de un estilo de vida saludable, facilitando el proceso de autoconocimiento para que quienes acudan a ella, se tornen (de alguna forma) expertos en su propia salud. Si bien ella como Health Coach no está en la capacidad de diagnosticar ni determinar tratamientos, si puede partir de valoraciones ya dadas para que la persona logre su meta. Ojo que el Health Coach no sustituye al médico o terapeuta, pero sí figura como una alternativa más de apoyo (de tratamiento en conjunto con otros profesionales) para que las personas vivamos sanamente.
De la joven que lo dejó todo quedan las ilusiones del primer día de emprendimiento. Las ganas constantes de no dejar de seguir la intuición, seguir aumentando sus conocimientos de la nutrición en sí, de ser esa especie de guía espiritual, de expander cosas que tengan que ver con bienestar en general –que a la larga o la corta– están influenciando no solo en Carla, sino en todos a los que comprende con su labor. Porque nada se puede hacer si no estamos conformes con el lugar que ocupamos. La felicidad tiene poco que ver con un cargo, y mucho con lo que sientes al hacer lo que haces. La vida es tan cambiante como las ambiciones, sobre todo cuando tienes claro que nunca alcanzarás el arco iris, pero eres consciente en el fondo que los intentos por lograrlo son los que te vuelven una persona feliz.
Más acerca de Yerbatero: www.facebook.com/YerbateroPeru

Anacrónico Zeta
Analista, filósofo, opinólogo, crítico de cine. Todo sin certificar. Pilas de libros ocupan mi formación extra academicista. Egresado de comunicaciones de una universidad limeña que no me paga por mencionarla. Todo mi tiempo libre lo ocupo en recorrer Quilca y el pasaje 18 de Polvos Azules, buscando culturizarme con cine, literatura y otras artes. Casi nunca cargo un centavo para comprar algo, pero lo apunto en mi block adefesiero. Me gustan las buenas conversaciones con gente interesante, que te invita a debatir sobre algún tema sin pelear. Creo que un hombre no es lo que el cuadro meritorio le hizo creer en el colegio; “Un hombre es lo que hace con lo que hicieron de él” como dijo Jean-Paul Sartre.