Viernes, 22 Julio 2016 00:21

LUCES, CÁMARA… ¡DICCIÓN!

Escrito por

Poco se habla del artista de la palabra, del que dice mucho sin decir mucho.

Del susurrante, del contundente. Del que con voz grandilocuente anima, endulza, da emoción y también suspenso. Del que según la ocasión y la opinión, va dirigiéndose a un público boquiabierto que lo escucha atento. Quiero hablar del locutor. Quiero hablar de quien ‘da la cara’ a la gente sin darla ante una cámara. Quiero hablar de la voz. De aquel profesional que impregna su estilo y alma, para darle vida a los textos, e incluso a lo espontáneo. ¿Qué sería de nosotros, el público, sin el máximo exponente de la comunicación oral? Debe ser porque son dueños de la dicción propicia; manejadores natos del ritmo, velocidad y pausas de la correcta interpretación vocal.

Para conocer más del tema, quedé con una autoridad de la materia. Un personaje que con solo la manifestación de su voz, hace que muchos televidentes atendamos a las promociones y menciones comerciales que se nos ponen al frente, en la pantalla chica. A pesar de que no todos tienen la oportunidad de conocerlo en persona, Mario Jiménez Paz tiene la capacidad de dirigirse al público, tal y como si estuviese uno por uno al lado suyo. Locutor de gran trajinar en el dial de la radio incluso (en los 80’s y principios de los 90’s), que hoy todos reconocemos por ser la voz de América Televisión y Canal N desde inicios del 2000. Aquella tarde nos sentamos a conversar, conocí lo que significa para él ser locutor, mientras iba comentándome sobre su larga trayectoria.

Uno de sus anhelos –me cuenta– era ser cantante. Mario, muy muchacho, ganó el primer lugar de algún concurso de canto distrital. A partir de entonces le sugieren ser locutor. El ritmo de entonación lo afinó en las cabinas de radiales –cuando colegas suyos de la época como Randy Calandra– notaron el gran potencial que expresaba delante del micrófono. No hablaba ni demasiado rápido ni atropellando, pero tampoco muy lento. Con el tiempo desarrolló su propio estilo: “Leer en voz alta puede resultar difícil para quienes no han estudiado locución. La locución debe tener entonación, ritmo, interpretación y volumen para darle la credibilidad deseada. Debe dominar los aspectos de un comunicador oral: la impostación, la vocalización, la dicción que es vital”. El locutor es el protagonista que sabe ceder el protagonismo; un error común de quienes no tienen formación es que hablan uno encima del otro, sin importar si son invitados u otro locutor con los que comparte cabina: “Es hablar y dejar hablar”. Suena simple. No todos tienen el don.

Aparte de ser locutor en el canal de Santa Beatriz, también divide su tiempo en dirigir el Taller de Locución Alto Nivel y Doblaje Perú, talleres que constan de 4 y 5 meses de preparación, respectivamente, en donde locutores aficionados, estudiantes de actuación, ciencias de la comunicación o público en general; tienen la posibilidad de aprender los elementos y cualidades del doblaje, así como la sincronía, interpretación, ritmo y dicción en la lectura de pautas noticiosas o spots comerciales: "Estamos contribuyendo con el primer granito de arena en la industria de doblaje aquí. Lo que en otras partes estudian, que es la neutralidad, nosotros lo tenemos, pero siempre hay modismos que corregir. Poco a poco, trabajando, sé y confío que se fijarán en el Perú para ser un mercado de doblaje atractivo. Talento hay, y de sobra". Mario viene ejerciendo la docencia desde el 2011, cuando por azares del destino, solicitaron sus servicios como maestro de locución en un instituto, labor que a dicha fecha, nunca antes había realizado. Se mandó y desde entonces, su pasión por la enseñanza no paró. A los alumnos les inculca que deben transmitir emociones, impresiones y un sinfín de sentimientos para hacer vibrar al oyente. Como ya lo hizo su voz en las recordadas: Radio 1160, Radio América y Stereo 100. “Época inolvidable” tal cual lo relata.

A lo largo del tiempo, la radio y la televisión han sido los medios de comunicación favoritos de la gente. Hoy por su inmediatez, las redes sociales y el internet lo son sin ninguna duda. Lo que nunca cambiará en sí de la comunicación es la comunicación misma: “Hemos añadido Talleres de Impro con Exson Álvarez, de Periodismo Radial y Televisivo con Paola González, de Narración Deportiva con Julio Menéndez y últimamente de Producción de Televisión a cargo de Liz Zúñiga. Quiero a mediano o largo plazo trasladar los conocimientos para construir una escuela de comunicaciones”. Es momento de acabar la charla. El break entre sus labores terminó. Estoy por retirarme pero, amablemente me hace ingresar a la cabina mágica en donde, manteniendo su particular estilo, hace distintas entonaciones de voz. Tres, dos, uno… ¡Grabando! Pienso, sin embargo, que está de más decirlo, todos tenemos ya grabada su voz.

Conoce más sobre los talleres de Mario: http://bit.ly/2agH1Np / http://bit.ly/2ahB31Z

Fantoche

Ayacucho. 1977. Bachiller de secundaria. Veo la hora desde los dos años, y la digo desde los tres. Fui Andrés Avelino Cáceres en mi vida anterior. Introvertido por convicción, extrovertido por decisión. Soy un vendedor de humo que siempre se ganó los frejoles redactando spams. Estudié sociología pero me alucino psicólogo, por eso desde mi rincón, vengo a escribirles mi diagnóstico de todo lo que veo y escucho.